INTERNATIONAL

domingo, 24 de julio de 2011

AMY WINEHOUSE DEAD ( YOU KNOW I M NO GOOD)



PD: Escribo buscando la verdad. Quizás tu la tienes. Comenta antes de irte. Se publicará inmediatamente y sin censura aunque sea anónimo. Sé franco.

sábado, 16 de julio de 2011

Te estoy llamando




Te estoy llamando
te estoy llamando

He amado las plantas bajo tus pies
Por ti moriria, por verte feliz
Mis ojos ven porque tu existes
Y mi corazon arde solo para calentarte

Vivimos juntos la misma desgracia
Pero mi tierra no es de inutiles
Por lo menos a mi no me encoge el miedo!

Me he levantado frente a mis opresores
Huerfano, desnudo, descalzo!

Sangre en mis manos, pero mi bandera en lo alto!
Sangre en mis manos, pero sigo amando,

las plantas bajo la tumba de mis padres!





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viernes, 15 de julio de 2011

¡SOMOS SERES HUMANOS!

Huelguistas de hambre de la Prisión Pelican Bay:




¡SOMOS SERES HUMANOS!

Li Onesto



Revolución, edición 17 de julio de 2011


“Lo que llama la atención aquí, que es algo en que todos los estadounidenses deberían interesarse, es el mayor uso del control conductual, o sea, unidades de tortura y técnicas experimentales humanas contra los presos, no sólo en California sino a través del país. Confinamiento indefinido, privación sensorial, privación de alimentos, iluminación constante y mentiras sin fundamento de informantes son las macanas psicológicas que están usando en estas unidades de tortura. El propósito de ese ‘tratamiento’ es impedir que los prisioneros opongan resistencia a las condiciones inhumanas en la prisión y que ejerzan sus derechos humanos fundamentales”.

Declaración de Solidaridad con la Huelga de Hambre Colectiva en Pelican Bay y el anuncio de la participación de los presos de la SHU de Corcoran
(de California Prison Watch, californiaprisonwatch.blogspot.com)

El viernes 1º de julio, los presos en la infame Unidad de Vivienda de Seguridad (SHU) de la Prisión Estatal Pelican Bay (PBSP) de California empezaron una valerosa y resuelta huelga de hambre. Esta muy rápidamente se convirtió en una demostración colectiva de indignación y solidaridad entre los presos en todo el estado y más allá.

Al principio, el Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California (CDCR) dijo que la huelga era de un par de decenas de presos. Pero ha tenido que admitir por su propia cuenta que más de 500 reclusos rechazaron tomar alimentos en la PBSP y que 6.600 presos en 13 prisiones participaron en la huelga de hambre el fin de semana del 2 y 3 de julio.

Este es un acontecimiento sumamente importante y extraordinario, algo que requiere que las personas “de afuera” se incorporen y tomen nota, y que ha inducido a muchas personas a apoyar a los presos y sus justas demandas.

El propósito de la SHU de Pelican Bay es someter a los presos al confinamiento solitario, el aislamiento y la privación sensorial, de manera indefinida. Han mantenido a algunos presos en esas condiciones completamente inhumanas por años y décadas. Y los presos en la SHU escriben que están luchando por dejarle saber al mundo las injusticias brutales que les han hecho; y que ¡se están arriesgando la vida y enviando un mensaje de que son seres humanos! Que rechazan ser tratados como animales.

Una de las maneras en que los funcionarios de la prisión mantienen el control es oponer unos presos contra otros según su raza o etnia y sacar provecho y fomentar otras divisiones entre ellos. Pero esta huelga está superando las barreras que por lo común dividen a los presos, creando unidad para luchar contra las horrendas condiciones que todos viven. El New York Times informó: “La huelga de hambre ha trascendido las afiliaciones de pandilla y de geografía que tradicionalmente dividen a los presos, con la participación de presos de diferentes antecedentes”.

Un preso de Ohio, que escribe en solidaridad con la huelga de hambre, dijo: “Todos somos parte del mismo tejido de opresión dentro de estos muros; de alguna manera, todos experimentamos las mismas o similares condiciones. Por eso, creo que es muy necesario que nosotros nos unamos, pongamos a un lado los cuchillos por un momento y exijamos la clase de cambio serio que se requiere para crear mejores condiciones y combatir a los abusadores que ‘tienen el poder’ de maneras que fomenten la resistencia colectiva. Un ejemplo: los hermanos en Georgia (manifestación de paro de trabajo) y los hermanos de la Unidad de Vivienda de Seguridad (SHU) de Pelican Bay” (Prison Hunger Strike Solidarity, prisonerhungerstrikesolidarity.wordpress.com).
Se extiende la solidaridad

En el primer día de la huelga, los presos rechazaron 43 bandejas de comida (del total de 52) en el bloque D1 de la SHU de Pelican Bay. Los nueve presos que no rechazaron comer son mucho mayores y tienen fuertes problemas de salud. Los presos informan que otras unidades tenían índices similares de una participación de cerca del 100%.

En el segundo día, la huelga de hambre se extendió dentro de la población general. Los presos de 13 prisiones de California protestaron en solidaridad con la huelga de hambre de Pelican Bay. En las prisiones estatales Corcoran y Folsom, más de 100 presos participaron en la huelga de hambre. Un número de presos de la Penitenciaría Estatal de Ohio no comieron por 24 horas.

Molly Porzig, una vocera del grupo Solidaridad con la Huelga de Hambre de los Presos, dijo: “Están protestando por las condiciones que dicen son torturadoras e inhumanas. Sienten que el Departamento de Correccionales y Rehabilitación no hará ningún cambio serio o duradero hasta que los presos empiecen a morir, y éstos están decididos a continuar hasta ese punto” (thecrimereport.org/news/crime-and-justice-news, 8 de julio de 2011).

De acuerdo a los informes, el CDCR a propósito empezó a propagar la desinformación que esperaba que fuera a dar la apariencia de que la huelga se estaba amainando paulatinamente o que se había terminado. El jueves 7 de julio, dijo que el número de presos que rechazaban los alimentos era de 1.700 reclusos en siete prisiones.

En primer lugar, el 9 de julio, según activistas en torno a los presos que observan la situación, al menos dos mil presos de 11 prisiones de California aún estaban en huelga de hambre. Un núcleo duro de 50 presos del pabellón especial de mayor seguridad y aislamiento de la SHU dicen que rechazarán comer hasta que sus demandas sean cumplidas. Y es muy importante que más de 6.600 presos de muchas prisiones rechazaran comer en los primeros días, en solidaridad con la huelga de hambre en Pelican Bay.

Una declaración de los presos de la SHU de la prisión Corcoran dice:

“Es importante que todos sepan que Pelican Bay no está sola en esta lucha, que entre más amplia participación y apoyo a esta huelga de hambre y otros esfuerzos semejantes, más grande el potencial de que nuestro sacrificio ahora significará un mundo más humano para nosotros en el futuro” (de commondreams.org/newswire/2011/07/05-6).

El 4 de julio, se informó: “Los presos a través de los Estados Unidos están expresando su solidaridad con los presos de la SHU de Pelican Bay, uniéndose a la huelga de hambre por diversos períodos de tiempo (tales como las prisiones estatales Corcoran, Folsom, CCI Tehachapi, Calipatria y Centinela en California y la Penitenciaría Estatal de Ohio) o con valor, escribiendo comunicados y cartas o haciendo llamadas a personas de afuera para que pasen mensajes a los huelguistas de hambre de Pelican Bay”. Y el 7 de julio: “Miles de presos se han unido en solidaridad con los presos de la SHU de Pelican Bay, a la vez que por su cuenta siguen encerrados en brutales condiciones. Esta gran resistencia y apoyo es testimonio de la inmarcesible voluntad y capacidad del pueblo de formar un poder colectivo en las narices de la desaparición y la muerte” (prisonerhungerstrikesolidarity.com).
Las demandas

Los presos de la SHU de Pelican Bay están protestando por las condiciones inhumanas de tortura, que incluyen el aislamiento total las 22 horas y media al día en celdas sin ventanas. Tienen cinco demandas, incluyendo un fin al aislamiento de largo plazo, al castigo colectivo y a la práctica de “rendir información”, lo que viene a ser lo mismo que la interrogación forzada sobre la afiliación a una pandilla.

Una de las razones principales por la que acaban en la SHU es porque los funcionarios de la prisión dicen que están afiliados con pandillas. Una vez que ponen al preso en la SHU, casi la única manera que puede salir es por medio de “rendir información”. Ponen a muchos presos en la SHU simplemente porque los han tildado de miembros de pandillas (de parte de funcionarios de la prisión u otro preso); y de ahí la manera en que estos presos pueden salir de la SHU es que “rindan información” o den información (que puede ser totalmente falsa) que los carceleros usan singularizar a otros presos; de ahí, ponen en la SHU a aquellos acerca de los que han “dado información”. Otras demandas incluyen: comida digna, programas de rehabilitación y educación, ropa más abrigadora y una llamada telefónica a la semana.

La SHU es “una prisión dentro de una prisión” donde los funcionarios y guardias de la prisión, y no unos jurados, determinan que meterán en condiciones de aislamiento a un preso. Esto no sólo ocurre en Pelican Bay; muchas otras prisiones de California y de todo el país tienen unidades de seguridad máxima semejantes, de extremo aislamiento en que los presos experimentan la vil brutalidad y la tortura física y psicológica.

La declaración de los presos de Corcoran dice:

“Todas las privaciones (salvo el acceso a la luz del sol) esbozadas en la declaración de cinco puntos de la huelga de hambre están reflejadas y en algunas ocasiones, intensificadas aquí en la unidad de aislamiento para pandilleros de la Sección 4B/1CC de la SHU de Corcoran. La asistencia médica aquí, en una instalación supuestamente diseñada para los presos que requieren cuidados para condiciones crónicas o que tienen problemas psicológicos, está tan deplorablemente inadecuada que raya en el deliberado desdén para con la salud de los presos, especialmente en el caso de la diabetes y el cáncer. No dan acceso a la biblioteca de libros de derecho por los motivos más triviales o, con demasiada frecuencia, por ningún motivo en absoluto. Las cinco demandas centrales de la SHU de la PBSP esbozan todas estas cosas y aún más” (de California Prison Watch, californiaprisonwatch.blogspot.com).
El sistema contraataca

La mayoría de la población del país no tiene ninguna idea de la clase de tortura que ocurre todos los días en las prisiones de Estados Unidos. El sistema ha hecho todo a su alcance para librar una enorme batalla ideológica para convencer al público que los presos se llevan su merecido y que con ellos encarcelados, “los demás” estamos a salvo.

Pero con esta huelga de hambre, existe el potencial de que millones de personas se enteren de las horrorosas realidades de la vida en esas mazmorras infernales. Existe el potencial de que muchos “de afuera” se sientan convencidos para denunciar lo que se está haciendo a los presos. Los informes señalan que esta huelga de hambre puede servir de plataforma para los presos así como sus familias, para llamar y movilizar a otros a luchar por los derechos de los presos, no sólo en esta huelga sino en una lucha continua.

Una de las formas en que el sistema justifica lo que les hace a los presos es tildarlos de pandilleros, lo que en esencia los tacha de “los peores de los peores” que no merecen un trato como seres humanos. Terry Thornton del CDCR dijo: “El departamento no va a dejarse coaccionar ni manipular... El hecho de que tantos presos en otras prisiones a través del estado están involucrados demuestra firmemente cómo estas pandillas pueden influenciar a otros internos, lo que es uno de los motivos por los cuales tenemos las Unidades de Vivienda de Seguridad en primer lugar” (New York Times, 7 de julio de 2011).

Nuestra respuesta: no importa lo que hayan hecho o que no hayan hecho, ningún ser humano merece un trato así; ningún humano debería ser tratado como un animal; ningún humano debería ser torturado y sometido al aislamiento y privación sensorial que lo enloqueciera. Cualquiera de fuera de los muros que tenga un grano de humanidad debe denunciar y luchar contra lo que se les está haciendo a los presos en la SHU de Pelican Bay y otras cámaras de tortura de máxima seguridad por todo Estados Unidos.

Los grupos de derechos civiles han informado que el CDCR se ha negado a negociar con los huelguistas de hambre, aunque promotores de los derechos de los presos tienen listo un equipo de representantes para hacerlo. Carol Strickman de Servicios Legales para Presos con Hijos dice que existen informes de que el CDCR está violando una orden federal al suspender algunos o todos los medicamentos para los huelguistas. Eso no sólo es ilegal, sino constituye una forma de castigo especialmente cruel en contra de los presos que están luchando por ser tratados como seres humanos.

Terry Thornton del CDCR también ha dicho que los presos tienen otras maneras de dar a conocer sus demandas. Dijo: “Existen maneras adecuadas para presentar sus quejas, y aunque esta huelga de hambre ha sido pacífica, no es la manera de presentar esas quejas” (sfgate.com/cgi-bin/article.cgi?f=/c/a/2011/07/08/BA9U1K7SE3.DTL).

Pero muchos de los presos de Pelican Bay se acuerdan de lo que pasó en junio de 2001, cuando más de mil presos ahí y en otras prisiones con SHU hicieron una huelga de hambre de dos semanas. Esa huelga se terminó cuando el CDCR decidió reconsiderar los casos de “validación de pandillas”. Ahora, diez años más tarde, los presos todavía están protestando por la práctica injusta de “rendir información”.

Los presos de la Prisión Corcoran, donde también torturan a presos en California, lanzaron una declaración de apoyo que dice: “Cuando resulten inútiles y completamente agotados los mecanismos de protesta y reparación de derechos, es necesario conseguir esos objetivos por medio de otros mecanismos” (sfbayview.com/2011/Corcoran-shu-prisoners-join-pelican-bay-hunger-strike).
“¡Somos seres humanos!”

Se iniciaron estas prisiones dentro de las prisiones en los años 1960, para lo que los funcionarios de las prisiones llamaban “los peores de los peores”. Usaron estas SHU para aislar y castigar a presos políticos. Durante muchas décadas desde ese entonces, miles de presos han sufrido en estas cámaras de tortura. El sistema, por medio de sus funcionarios, políticos, medios de comunicación establecidos, etc., ha justificado constantemente esta práctica, diciendo que estos presos no tienen nadie a quien echarle culpa salvo a sí mismos; que merecen este tratamiento; que la sociedad es un lugar mejor porque ellos están encarcelados; que los de afuera deben estar felices porque los presos estén entre rejas.

Pero en primer lugar tenemos que preguntar: ¿Qué clase de sistema encarcela a más de 2.3 millones de personas, en su mayoría negros y latinos? ¿Qué quiere decir que Estados Unidos tiene el más alto índice de encarcelamiento del mundo?

Este es un sistema que usa el encarcelamiento en masa para controlar a la gente. Un sistema que durante décadas ha librado una supuesta Guerra contra las Drogas, la cual en verdad es una guerra contra el pueblo, que tiene como blanco a un enorme sector de la sociedad y que ha decidido que tal sector va a pasar la vida entre rejas, sin derechos, sin oportunidad de tener una educación, de ver la familia, de contribuir a la sociedad en ninguna forma.

Miles de presos pasarán la vida o gran parte de ella en prisión, no porque cometieron un crimen violento u horrendo, sino como resultado de las leyes de sentencias obligatorias y cosas como la regla de “los tres strikes”, que quiere decir que pueden dictar una sentencia larga por algo relativamente menor si se tratara de una tercera felonía. Es un sistema que usa su poder estatal, o sea, sus leyes, policías, cortes, burocracia y prisiones, para reprimir y controlar a las masas populares; para reforzar las opresivas relaciones económicas y sociales en esta sociedad, incluidas las nuevas formas en que oprime sistemáticamente al pueblo negro y a otras minorías.

Encarcelan a muchas personas inocentes, arruinando su vida. Piense en los muchos presos que han pasado décadas entre rejas, a veces en el pabellón de la muerte, antes de que resulte que fueron acusados falsamente y condenados injustamente, forzados a confesar algo que no hicieron o fueron declarados culpables debido a un preso que rindió información falsa a fin de amarrar un trato con los funcionarios de la prisión.

Estos huelguistas están yendo en contra de muchas cosas y están corriendo muchos riesgos. Sus acciones tienen por objeto hacer que todo el mundo reflexione sobre lo que esto representa. Revolución está recibiendo informes de muchas personas inspiradas por la forma en que los huelguistas están poniéndose de pie, sacando a la luz la manera en que los están torturando y exigiendo un FIN a la manera que en los están torturando.

Esta huelga de hambre tiene el potencial de afectar cómo la gente ve las prisiones y a los presos y el encarcelamiento en masa de millones de personas. Puede abrir los ojos de la gente acerca de las horribles injusticias que se están dando, y hacer que rechacen las justificaciones del sistema para sus cámaras de tortura. Puede contribuir a crear condiciones más favorables para la lucha contra todas las diferentes formas en que el sistema oprime a la gente. Esta lucha puede sacudir y desafiar a aquellos que dicen: “Así son las cosas y no es posible cambiarlas”.

Como dice fuertemente la declaración de solidaridad de los presos de Corcoran (de California Prison Watch, californiaprisonwatch.blogspot.com):

“Nuestro aislamiento indefinido aquí es tanto inhumano como ilegal, y los proponentes del complejo industrial de prisiones esperan que su campaña para deshumanizarnos haya prosperado al grado de que a ustedes no les importe, y que permitan que la tortura continúe en nombre de ustedes. Tenemos la opinión de que ellos han subestimado deplorablemente la dignidad, los principios y la humanidad del pueblo. Únanse a nosotros para oponernos a esta injusticia sin fin. Gracias por su tiempo y apoyo”.



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-Joel



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Sé franco.

jueves, 14 de julio de 2011

La OTAN, ante la ingratitud de los libios

por Thierry Meyssan

La Coalición de Voluntarios intervino en Libia para salvar a la población civil de la represión del tirano Gaddafi. Cuatro meses más tarde, las muchedumbres libias han abandonado el territorio liberado de Bengasi y se agolpan en gigantescas manifestaciones contra la intervención de la OTAN. Esa inesperada realidad ha dejado sin estrategia a las fuerzas de la alianza atlántica. Los italianos empiezan a retirarse y los franceses buscan una salida.

Red Voltaire | Tripoli (Libye) | 12 de julio de 2011


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"Hoy en día, sin embargo, los libios tienen la certeza de que nunca existió la represión y de que la fuerza aérea libia nunca bombardeó ningún barrio de Bengasi ni de Trípoli. El sector de la población libia que en algún momento creyó esas noticias, divulgadas por los canales internacionales de televisión, ha cambiado de parecer. La población, que generalmente tiene parientes y amigos dispersos a todo lo largo y ancho del país, ya ha tenido tiempo de informarse sobre la situación de estos y ha llegado a la conclusión de que todo no fue más que un engaño."


El 1º de julio de 2011 el gobierno libio esperaba reunir en Trípoli 1 millón de personas en una gran manifestación contra la OTAN. Para sorpresa de las autoridades libias, y de la OTAN, la participación se elevó a 1,7 millones de personas.











111 días después del inicio de la intervención de la Coalición de Voluntarios en Libia no se vislumbra aún ninguna solución militar y los expertos señalan unánimemente que de no producirse un golpe de suerte inesperado a favor de la OTAN o el asesinato de Muammar el Gaddafi, el tiempo corre a favor del gobierno libio.

El 7 de julio, el consejo de ministros de Italia redujo a la mitad la participación de su país en el esfuerzo de guerra y retiró su portahelicópteros. El jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, declaró incluso que siempre estuvo en contra de ese conflicto pero que el parlamento lo había obligado a participar.

El 10 de julio, el ministro de Defensa de Francia, Gerard Longuet, mencionó una solución política con una salida de Gaddafi «hacia otra ala de su palacio y con otro título». Como ya no hay palacio, es evidente que la primera condición es puramente formal. En cuanto a la segunda, nadie entiende su sentido, lo cual indica que se trata simplemente de una salida puramente semántica.

Las estructuras sociales y políticas existentes en Libia son fruto de la cultura local y resultan de difícil comprensión para muchos occidentales. Libia dispone de un sistema unicameral de democracia participativa que funciona de forma notablemente eficaz a nivel local y se complementa con la existencia de un foro tribal, que no constituye una segunda cámara o una especie de senado ya que no dispone de poder legislativo, sino que integra la solidaridad entre los diferentes clanes dentro de la vida política. Ese dispositivo se completa con la figura del «Guía», que no dispone de ningún poder legal sino de una autoridad moral. Nadie está obligado a prestarle obediencia, pero la mayoría lo hace, como lo haría con el cabeza de familia, aunque nada los obliga a ello.

Se trata, en conjunto, de un sistema político apacible en el que la gente no expresa temor hacia la policía, fuera de los momentos caracterizados por intentonas golpistas o durante el motín de la cárcel de Abou Salim (1996), hechos que fueron reprimidos de manera particularmente sangrienta. Esos elementos de juicio permiten percibir lo absurdo de los objetivos de guerra de la Coalición de Voluntarios.

Oficialmente, [la Coalición de Voluntarios] interviene en respuesta al llamado del Consejo de Seguridad de la ONU y para proteger a las víctimas civiles de una represión masiva. Hoy en día, sin embargo, los libios tienen la certeza de que nunca existió la represión y de que la fuerza aérea libia nunca bombardeó ningún barrio de Bengasi ni de Trípoli. El sector de la población libia que en algún momento creyó esas noticias, divulgadas por los canales internacionales de televisión, ha cambiado de parecer. La población, que generalmente tiene parientes y amigos dispersos a todo lo largo y ancho del país, ya ha tenido tiempo de informarse sobre la situación de estos y ha llegado a la conclusión de que todo no fue más que un engaño.

Sobre ese tema, como sucede con muchos otros, el mundo se divide actualmente entre los que creen la versión estadounidense y los que no creen en ella. En lo que me concierne, yo estoy residiendo en este momento en Trípoli, específicamente en el barrio considerado hostil a Gaddafi y que supuestamente fue bombardeado por la aviación libia por haberse sublevado en el primer momento. Y soy testigo de que, con excepción de un automóvil quemado, no existe aquí ningún indicio de tales incidentes. Los únicos inmuebles bombardeados aquí son edificios oficiales destruidos posteriormente por los misiles de la OTAN.

En todo caso, los principales líderes de la OTAN también han mencionado públicamente otro objetivo de esta guerra, con el que algunos miembros de la coalición no parecen estar de acuerdo. Ese objetivo es obtener la renuncia de Gaddafi, el «cambio de régimen». Aparece así una confusión imposible de desentrañar. Por un lado, esa exigencia no tiene absolutamente ninguna base jurídica a la luz de las resoluciones adoptadas en la ONU y no tiene tampoco nada que ver con el objetivo oficialmente anunciado de garantizar la protección de la población reprimida. Por otro lado, exigir la renuncia de Gaddafi carece además de todo sentido porque Gaddafi no ejerce ninguna función institucional sino que goza únicamente de una autoridad moral implícita en estructuras de carácter social, no de carácter político.
En definitiva, ¿con qué derecho se oponen los miembros de la OTAN al proceso democrático y deciden en lugar del pueblo libio la exclusión de uno de sus líderes?

Tal confusión confirma, por demás, que esta guerra responde a móviles no confesados, móviles que no comparten todos los miembros de la Coalición de Voluntarios.

El principio mismo de un ataque simultáneo contra Libia y Siria fue adoptado por el poder estadounidense durante la semana que siguió a los atentados del 11 de septiembre de 2001. Fue expuesto públicamente por primera vez por el entonces secretario de Estado adjunto, John Bolton, en su discurso del 6 de mayo de 2002, titulado «Más allá del Eje del Mal». Fue confirmado por el general Wesley Clark, el 2 de marzo de 2007, en una célebre entrevista concedida a la televisión. El ex comandante de la OTAN presentó en aquella entrevista la lista de Estados que en los próximos años serían blancos de los ataques de Estados Unidos.

Los discípulos de Leo Strauss [1] tenían previsto atacar inicialmente Afganistán, Irak e Irán en el marco del «rediseño del Medio Oriente ampliado». Después, en una segunda fase, tenían previsto atacar Libia, Siria y el Líbano para extender el proceso y rediseñar también el Levante y el norte de África. Posteriormente, en una tercera fase, se producirían ataques contra Somalia y Sudán para remodelar el este de África.

Razones de evidente índole militar motivaron la posposición del ataque contra Irán y se decidió entonces pasar directamente a la Fase II, sin vínculo con los acontecimientos reales o imaginarios de Bengasi. La Coalición de Voluntarios se ve así arrastrada a un proceso que no deseaba y que, por demás, le queda grande.

La estrategia trazada por Estados Unidos y puesta en práctica por Francia y el Reino Unido –inmersos en una alianza que recuerda los tiempos de la expedición de Suez– se basaba en un análisis particularmente detallado del sistema tribal libio. Sabiendo que los miembros de algunas tribus –principalmente los Warfallah– han sido apartados de los cargos de responsabilidad, como resultado del fallido golpe de Estado de 1993, la OTAN explotaría las frustraciones de esas figuras, las armaría y las utilizaría para derrocar el régimen e instalar un gobierno prooccidental.

Berlusconi afirma que Sarkozy y Cameron indicaron en una reunión de los aliados, el 19 de marzo, que «la guerra se terminaría cuando se produjera, como se espera, una revuelta de la población de Trípoli contra el régimen actual».

Esa estrategia alcanzó su apogeo, el 27 de abril, con el llamado de 61 jefes tribales a favor del Consejo Nacional de Transición. Hay que señalar que en ese documento ya no se habla de masacres atribuidas al «régimen» en Bengasi y Trípoli sino de la supuesta intención de cometerlas. Los firmantes no agradecen a Francia y a la Unión Europea haber detenido una masacre ya desatada sino haber impedido una carnicería anunciada.

A partir de ese llamado, de manera constantemente y sin interrupción, las tribus de la oposición volvieron a unirse al gobierno de Trípoli y sus jefes incluso viajaron a la capital libia para expresar públicamente su apoyo a Gaddafi. Ese proceso ya había comenzado en realidad mucho antes y se manifestó públicamente el 8 de marzo, cuando el «Guía» recibió el homenaje de los jefes de tribus en el hotel Rixos, rodeado de los periodistas occidentales, que incluso sirvieron entonces de escudos humanos, absortos ante aquella nueva provocación.

La explicación es muy sencilla. La oposición interna a Gaddafi no tenía motivo alguno para derrocar el régimen antes de los acontecimientos de Benghazi. El llamado del 27 de abril se basó en noticias que los firmantes consideran hoy simples mentiras. Partiendo de ese hecho, estos fueron expresando uno a uno su apoyo al gobierno nacional en la lucha contra la agresión extranjera.
Conforme a la cultura musulmana, los rebeldes que han probado su buena fe fueron automáticamente perdonados e incorporados a las fuerzas nacionales.

No es relevante para nuestro análisis el determinar si la represión del régimen de Gaddafi es una realidad histórica o un mito de la propaganda occidental. Lo importante es saber lo que piensan en este momento los libios en su condición de pueblo soberano.

Es importante observar aquí la correlación de fuerzas en el plano político. El Consejo Nacional de Transición (CNT) no ha sabido dotarse de una base social. Bengasi, su capital provisional, era una ciudad de 800 000 habitantes.
En febrero, cientos de miles de esos habitantes celebraron su creación. En este momento, la «ciudad liberada por los rebeldes» y «protegida por la OTAN» es en realidad un pueblo fantasma que sólo cuenta algunas decenas de miles de habitantes, a menudo personas que carecen de medios para abandonar la ciudad. Los habitantes de Bengasi que no han huido de los combates han huido del nuevo régimen.

En Trípoli, mientras tanto, el «régimen de Gaddafi» logró movilizar 1,7 millones de personas durante la manifestación del 1º de julio y ha emprendido la organización de manifestaciones regionales todos los viernes. La semana pasada más de 400 000 personas participaron en la manifestación de Sabha, en el sur de Libia, y se espera una manifestación similar el viernes próximo en Az Zawiyah, en el oeste. Hay que precisar que se trata de manifestaciones de condena contra la OTAN, que ha matado más de un millar de libios, que está destruyendo la infraestructura no petrolera del país y que ha cortado las vías de suministro imponiendo al país un bloqueo naval.

Las manifestaciones se articulan alrededor del respaldo al «Guía» como líder anticolonialista, aunque no implican necesariamente una aprobación a posteriori de todos los aspectos de su política.

En definitiva, el pueblo libio ha hablado. Los libios no creen que la OTAN quiera protegerlos sino que está tratando de conquistar el país. Y estiman que es Gaddafi quien los está protegiendo ante la agresión de Occidente. En esas condiciones, la OTAN se ha quedado sin estrategia. Y no tiene «Plan B», nada de nada.

Las deserciones en el bando del Consejo Nacional de Transición son tan numerosas que, según la mayoría de los expertos, las «fuerzas rebeldes» no pasan de 800 o 1 000 combatientes, ciertamente armados hasta los dientes por la alianza atlántica, pero incapaces de desempeñar un papel importante sin apoyo popular. Es probable que los comandos de las fuerzas especiales desplegados por la OTAN en suelo libio sean más numerosos que los combatientes libios que dirigen.

La retirada italiana y las declaraciones del ministro de Defensa de Francia no tienen nada de sorprendentes. A pesar de su poder de fuego, sin equivalente en la historia, las fuerzas de la OTAN han perdido esta guerra. No en el plano militar, claro está, sino porque olvidaron que «la guerra es la continuación de la política con otros medios» y porque se equivocaron en el plano político.
Los alaridos de Washington, que regañó inmediatamente al ministro francés y se niega a reconocer los hechos, no cambiarán la realidad.


Thierry Meyssan


Fuente: Red Voltaire.





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miércoles, 13 de julio de 2011

Alivio

He subido datos muy delicados a servidores. Debia publicarlos en caso de que alguien muriera.

Se que estoy loco, pero siento el aire muy pesado.

Agregue a ese material, con detalles, todo lo que me lleva a sentirme en peligro. TODO

Tengo 4 amigos y un familliar que entregaran a la rado y tv los links en caso de que A MI me pase cualquier cosa. Cada uno sabe un trozo del pssword.

Los amo como sean. Que alivio!


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martes, 12 de julio de 2011

Revolucionarios


Revolucion es un giro. Un cambio. Una vuelta.

Asi, RPM=Revolucion por minuto.

Hay revoluciones politicas. Revolucion no es lucha armada. Es esparcir la verdad y recibir el apoyo del pueblo. Y refundar el sistema, participando todos.

Muchos te han mentido siempre sobre todo y lo sabes. Si realmente trabajaran en tu beneficio, no te ocultaran nada.

Otros prefieren la verdad y terminan siendo lo peor. Pero al final, sus nombres estan pintados para siempre en escuelas y calles, mientras que quienes los persiguieron pasan al zafacon de la historia y son la verguenza de sus descendientes. Porque?

Miralos, son revolucionarios. No moriran. Alcanzaron la vida eterna. Son calles, escuelas, pueblos...

Son tambien verdad, libertad, democracia, derechos humanos...

Nos han dado y nos dan todo lo poco que hoy tenemos. Solo sus iguales nos daran algo mas.

YA NO TE DEJES EXPLOTAR MAS. NO ERES LA MERCANCIA DE POLITICOS Y BANQUEROS.

Piensa si los que te guian darian su vida por tu beneficio sin pensarlo. Somos una raza inmortal. Somos el futuro. Somos la ciencia y nunca el mito. Somos la verdad y nunca la hipocresia. Somos la solidaridad y nunca la espalda. Somos la paz y sufrimos tu violencia.

Somos el compartir y no el egoismo. Somos algo para todos y no todo para algunos.

Somos revolucionarios. Investiga. Estudianos. Compara. Decide. Te esperamos para luchar por un nuevo hombre, un nuevo pais, un nuevo mundo.

Somos la izquierda!






No se rindan jamás, que yo tampoco nunca lo haré!
Los quiero como sean,-Joel

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