“DE LAS VACAS SAGRADAS SE HACEN LAS MEJORES HAMBURGUESAS”
Estrategias rompe paradigmas para desarrollar personas y organizaciones dispuestas al cambio
19 de noviembre del año 2007,
Santo Domingo, Distrito Nacional
Estrategias rompe paradigmas para desarrollar personas y organizaciones dispuestas al cambio
19 de noviembre del año 2007,
Santo Domingo, Distrito Nacional
Guarionex Díaz De los Santos
"El elemento más importante a la hora de producir cambios en la organización es la gente, es donde es más difícil el cambio por que tiene que producirse una transición de actitud y desencajar sus estructuras cognitivas y de valores, y asimilar nuevos paradigmas"
INTRODUCCION
La problemática más frecuente de las personas frente a cualquier situación que requiera una actitud de cambio es la inseguridad y el temor a fracasar. Esto provoca falta de confianza en sí mismo, desolación, apatía, entre otros. Las personas prefieren una situación de rutina y monotonía, antes que emprender nuevas acciones y lanzarse al cambio.
El éxito de una organización o empresa estriba en la capacidad que tengan sus agentes de producir los cambios necesarios tanto en ellos mismos como en la organización para adecuarse y adaptarse a nuevas exigencias del entorno natural y social que le rodea, a si como a situaciones globales que de alguna manera inciden en la organización y que rompen paradigmas tradicionales que dificultan o limitan el avance, nuevas posibilidades de crecimiento y el mejoramiento de la calidad de sus servicios para una mayor competitividad.
Existen organizaciones renuentes que se resisten al cambio, es por eso, que los autores de “De las vacas sagradas se hacen las mejores hamburguesas”, Robert Kriegel y David Brandt, una excelente obra para gerentes, hablan de la importancia que reviste disponer siempre de una buena actitud y un pensamiento dispuesto a cambiar y producir cambios, con el máximo aprovechamiento del tiempo, una constante revisión de los trabajos y la buena voluntad.
El meollo del asunto no es simplemente hacer las cosas, es hacerlo bien y a gusto, con las mayores posibilidades de éxito.
En esta síntesis se destacan, en el lenguaje figurado que utilizan los autores del libro, los diferentes tipos de vacas sagradas que podemos encontrar a lo interno de una organización, la actitud de las personas frente al cambio como un rompe paradigma frente a la cultura, y algunas consideraciones personales sobre dicha temática.
Para adentrarnos al análisis de este libro partiremos de la conceptualización de Vaca Sagrada que presenta el autor.
DE LAS VACAS SAGRADAS SE HACEN LAS MEJORES HAMBURGUESAS
Las organizaciones son sistemas sociales, dirigidos mediante procesos dinámicos constantes que se deben afrontar para poder anteponerse a las adversidades y adecuarse a las nuevas exigencias. En contraposición a éstas, se encuentran aquellas organizaciones herméticamente conservadoras que utilizan procedimientos sagrados, disponen de estructuras invariables, encasilladas, y que no admiten una renovación cultural que impacte positivamente en su modelo, apegado a sistemas culturales ancestros.
Los autores presentan estrategias que permiten romper con estos tipos de modelos y ayudan a las personas y organizaciones a disponer de buena voluntad para pasar de la resistencia a cambiar positivamente. Este proceso contempla: la cacería de las vacas sagradas, forjar un medio dispuesto al cambio, convertir la resistencia en buena voluntad para el cambio, motivar a las personas para el cambio, y forjar los rasgos personales de la buena voluntad para el cambio.
Uno de los modelos presentados por los autores son las Vacas de papel, con la cual hacen referencia a un excesivo uso de papel en preparar boletines informativos, correos, entre otros documentos, que luego eran olvidados y que ni siquiera nunca se leían. Era solo un desperdicio de tiempo y material.
En ocasiones se realizan reuniones excesivamente largas, poca provechosa para las organizaciones, reuniones estériles por que no arriban a unas conclusiones satisfactorias. Esto afecta duramente la organización debido a la tardanza en las tomas de decisiones importantes para su furo crecimiento. En este sentido los autores ilustran las Vacas de las reuniones, donde se sugiere que las reuniones deben ser de 45 minutos y que respondan orientaciones verticales, que solo se trate el objetivo real de la reunión.
La vaca de la velocidad nos ubica en el agitado cambio y movimiento que envuelve a la sociedad, en el cual muchas cosas pasan desapercibidas debido a la rapidez con que se producen. Sin embargo, haciendo acopio de la frase de los autores “Actúe rápidamente, pero sin precipitarse” es necesario tomar descansos y despejar problemas para recobrar fuerzas. De esta manera se pueden recuperar informaciones y realizar cosas que pasaron por alto, para encausar el accionar de la organización hacia objetivos concretos y viables. Es necesario renovar las ideas para hacer las cosas con originalidad. Para esto se debe estar en un ambiente sereno, sin interrupciones, ruidos, ni interferencias, como dicen los autores, “en el baño es donde nacen esas ideas y la originalidad” porque se dan las condiciones anteriores.
La vaca experta presenta el típico ejemplo de aquellas personas que no aceptan las innovaciones, ya que ellos aprendieron cuando se enseñaba y hacen las cosas muy bien, por tal razón se lo saben todo. Esto hace que se cieguen ante las cosas nuevas que podrían ayudar a eliminar los obstáculos que impiden el avance o la creatividad de las organizaciones, dejando pasar de manera inadvertida algunas situaciones que deben ser cambiadas oportunamente.
Esta situación es catastrófica para la persona, por ende para la organización ya que limita su aprendizaje, no es cierto que lo sabemos todo, siempre hay algo que aprender, la inteligencia nos exige cuestionar todo, estar abiertos a cualquier sugerencia y aceptar cambios en los paradigmas.
La productividad constante de una organización demanda renovación e inyección de capital económico y humano, este último tanto desde su punto de vista físico como intelectual. Como se había considerado antes que las organizaciones son sistemas sociales, los más llamados a introducir estas innovaciones son las personas comprometidas con la organización, o que están directamente vinculadas con ésta, por consiguiente el rompimiento de antiguos paradigmas se hace difícil, el avance de la organización se ve truncado y se dedican a explotarla al máximo, sin prever las consecuencias y prepararse para ello. Es el caso de la Vaca comercial, que necesita cambiar de fórmula, según cambia el tiempo y sus necesidades, para luego no verse forzada a hacerlo por la deficiencia presentada ante el comportamiento general de otras organizaciones o empresas en el mercado. De no hacer los cambios oportunamente y realizar la inyección de recursos necesarios, ésta colapsará en el tiempo.
La vaca competitiva, inclinar el campo de juego a nuestro favor, jugar nuestras propias reglas. Se refiere a que hay que renovar constantemente y adecuar las reglas de juego de la organización en la dinámica de involucramiento con otras empresas en el mercado. Es como trazar nuevas políticas de competitividad para su colocación en el mercado, es dejar la pericia y adelantarse, es colocarse por encima, cuestión de que si la competencia nos alcanza estemos preparados, listos para alcanzar la siguiente etapa o que ya estemos en ella.
La vaca de los precios bajos, no siempre una de las mejores estrategias para atraer a los clientes o para vender más de los servicios que ofrece su organización o empresa es vender barato, bien lo dicen los autores: si vende barato, eso pensaran de usted; el cliente busca precio, valor, servicio, calidad y comodidad, si usted no se los ofrece otro sí se los dará. Cualquiera que piense que los compradores de bienes y servicios prefieren los precios bajos antes que las cualidades mencionadas anteriormente, está equivocado. Muchas veces se compran las cosas de un mayor precio por que tienen algo adicional integrado, algo extra, por el precio original del artículo o servicio que se compra. En ocasiones se realizan ofertas de precios bajos, para captar mayor número de clientes, eso es aparentemente bueno, pero cuando estos artículos o servicios retornan a su precio normal, las personas sienten gran decepción y se enfadan, yéndose bien molestos a comprar a otros lugares con precios establecidos, aún sean más altos. Esta situación puede provocar una merma en la venta u ofrecimiento de bienes y servicios para su organización o empresa ya que pierde confianza en los consumidores y/o beneficiarios.
Así como existen políticas desasentadas en una organización, también las hay de acción rápida y de resultados favorables. Las empresas excelentes producen sus propios cambios, no están a expensa de los cambios que producen la dinámica de la modernidad y las exigencias de la sociedad, es decir, son productoras de sus propios cambios, tienen la capacidad de proyección, ven mas allá de lo que se percibe, tienen visión. No es simplemente reaccionar al cambio, es producir el cambio mismo, esto marcará la diferencia.
Las vacas de las reducciones, este es uno de los errores más frecuentes en el que vemos caer a muchos gerentes de empresas, reducen el personal con la finalidad de reducir costos, sin pensar que al mismo tiempo están reduciendo producción, la empresa se ve afectada y esta situación mantiene a los colaboradores en un estado de tensión e incertidumbre, no saben cual será el próximo en abandonar la empresa, producto de las reducciones, tanto de personal como por la desaparición de la empresa, que podría ocurrir si la producción no es suficiente para su sostenibilidad. Otra área en la que quieren reducir costos es en el desarrollo de la empresa, y sin darse cuenta producen un estancamiento que puede evidenciarse a largo plazo, la empresa no ha amansado y ha sido producto de la falta de inversión, por que se teme al fracaso. La empresa debe ir experimentando un sostenido crecimiento, conforme lo exija la demanda en el transcurrir del tiempo. En tal sentido, es imprescindible poner atención especial al crecimiento y a la expansión.
El tiempo es un factor determinante para la producción. Sin embargo, no siempre la mayor inversión de tiempo en el trabajo permite mayor productividad, ocurre todo lo contrario. Esto es lo que nos cuenta el autor en la vaca del trabajo hasta morir: cuando se disminuye el tiempo laboral la eficiencia y la productividad aumentan y rinden lo mismo que las largas jornadas de trabajo ya que los empleados aprovechan el tiempo al máximo, y reducen al mínimo el ausentismo, aprovechando su tiempo libre para realizar gestiones personales. A demás, porque al reducir la jornada de trabajo las personas tienen tiempo para recobrar energía, y prepararse para una nueva jornada al día siguiente. En cambio, si las jornadas son muy largas se ven afectadas por el cansancio de los empleados, y la constante pérdida de tiempo para realizar otras tareas que no son propias de la tarea que se realiza en la organización.
Este caso está siendo aplicado en este momento por la Secretaria de estado de educación, con la llamada tanda única para maestros/as de primero grado del Nivel Básico. Se aspira a un mejor aprovechamiento del tiempo, trabajo más eficiente para una mejor calidad.
Cacería de vacas
Para avanzar y lograr productividad, eficacia y rentabilidad es importante que todos los niveles de la organización participen de manera proactiva en el proceso de cambio, así será más rápido y eficaz, el involucramiento de las personas en las tomas de decisiones de la organización hacen que éstas se sientan parte de ellas y no estén ahí solo por un empleo. En este proceso de cacería de vacas se presentan obstáculos que hay que ir venciendo, ya que se pueden constituir en escollos que dificulten el normal desenvolvimiento de la organización, pero cuando se encuentra una vaca que es una fuente de empleo, es necesario motivar a las personas que las hallen para que las den a conocer.
Forjar un medio dispuesto al cambio
Los cambios hay que prepararlos, es cierto que estos se dan indistintamente a que la organización los asuma o no, pero una organización que quiera crecer y avanzar tiene que preparar el campo, despejarse de las barreras y acondicionarse para reducir la resistencia. El trato que los gerentes le dan a sus acompañantes puede ser un factor de resistencia, por tal razón, es inminente un dialogo de confianza y de aprecio para lograr empatía y receptividad de las personas a los cambios que se generan. Todo esto debe desarrollarse en un clima de correspondencia entre lo dicho y lo hecho, franqueza y honestidad; en el cual se debe reconocer el trabajo en equipo, fomentar la lealtad y reducir al mínimo la discusión de temas que no revistan importancia para la organización o para las personas en su conjunto.
Convertir la resistencia en buena voluntad para el cambio
Cambiar no es fácil, esto provoca una serie de sentimientos, algunos de ellos son el miedo y la incertidumbre. El cambio en la cultura de la organización es lo más difícil de lograr ya que conlleva una transformación profunda en sus modelos que impacta a los principios, valores, políticas, conductas y normas que las definen. Esto se debe fundamentalmente a un enraizamiento de los valores en la personalidad de los individuos, que con el paso del tiempo pasan a ser propios de las organizaciones en las que se encuentran. Por tal razón, existe una resistencia más fuerte al cambio al punto que se llegan a crear barreras que permiten mantener las cosas como están, que estancan el crecimiento y avance de la organización. Nada de esto es bueno, es por eso que las organizaciones tienen que ir produciendo cambios internos aunque parezcan inobservables, negociar y preparar a las personas para que entiendan que los beneficios del cambio serán mayores, ademas, explicarles las implicaciones que tiene para ellos mismos y la supervivencia de la organización. Hay que lograr la concienciación de las personas, esto solo es posible mediante un proceso de sensibilización, negociación y preparación sobre las ventajas que les ofrece el cambio a ellos mismos y la organización.
Motivar a las personas para el cambio
Motivar a las personas para el cambio es un reto. Pero se puede lograr auxiliándole de personas que los ayuden a entender, ofrecer recompensas y a través de reconocimientos de cualquier tipo. A veces una simple palabra de agradecimientos, unas felicitaciones, un halago o cualquier gesto de conformidad que hagamos hace que los demás se sientan motivados a hacer el trabajo. Todo esto es importante hasta llegar a premios materiales si fuese necesario.
Forjar los rasgos personales de buena voluntad para el cambio
El cambio nos obliga a desafiar las creencias y nuestras más sólidas convicciones, por lo que hay que tener confianza y aprecio para vencer la resistencia, hay que actuar pacientemente aunque el cambio nos incite. Es prefiere darse un descanso, recobrar energías y volver a la carga.
Conclusiones
El análisis de esta obra permite a cualquier persona, organización o empresas hacer una auto evaluación de los cambios que estos han producidos a los largo del tiempo, si simplemente se han adaptado a los cambios de la evolución de la sociedad, si lastimosamente se han quedado sumidos o aletargados en un atraso absoluto por estar apegados a modelos obsoletos, o por temor al fracaso; o si ellos han sido lo suficientemente sagaces para producir sus propios cambios. No adaptarse al cambio o aún lo más importante ser preactivos trae como consecuencia graves problemas: La competitividad es recia y forza el cambio, los clientes no se sienten satisfechos, la producción es lenta debido a un aparato operativo anticuado, los avances tecnológicas se producen escala potencial, sus gentes no están capacitados y no pueden ser aprovechados, por tanto la producción es ineficiente y de baja calidad. Estos males son tan pesados que puedan provocar la extinción de la organización.
El elemento más importante a la hora de producir cambios en la organización es la gente, es donde es más difícil el cambio por que tiene que producirse una transición de actitud y desencajar sus estructuras cognitivas y de valores, y asimilar nuevos paradigmas. Las organizaciones tienen que preparar a su personal para el cambio, es necesario convertir sus vacas sagrada en Hamburguesas, no es suficiente con producir cambios en los equipos tecnológicos maquinarios, reducir el personal, contratar nuevas gentes, hacer una reingeniería en la empresa, es cuestión de preparar a la gente para romper paradigmas, y ser preactivos.
La existencia en nuestras organizaciones de muchas vacas sagradas que como bien se puede explicar son los sistemas, estrategias, procedimientos, modos obsoletos de hacer las cosas, que se han estandarizado y que han adquirido dotes de sagrados por el simple hecho de que así se han hecho siempre aunque los resultados hallan sido una pérdida de tiempo, consumo de energía y gasto de dinero en un sistema que no avanza ni crece. El capital utilizado en estos modelos es solo para sostenerlos a ellos mismos por que no progresan y no pueden sostener a los miembros que los integran, por eso incurren en el craso error reducir de personal.
El factor que obliga al avance y crecimiento de las organizaciones es el cambio.
El cambio rompe modelos tradicionales.
Es importante la actitud de las personas para el cambio.
Las organizaciones y/o empresas no avanzan ni crecen si no cambian.
Se debe motivar y preparar a las personas para aceptar el cambio.
Nadie lo sabe todo, es necesario aprender.
Aprovechemos los momentos buenos de las empresas, pero no nos olvidemos de ellas, necesitan adaptaciones e innovaciones.
En las relaciones comerciales se debe pensarse en la satisfacción al cliente.
El cambio es rápido, pero su adaptación a el es lento, eso hay que entenderlo.
Para producir cambios positivos en la organización o empresa es necesario disponer de una actitud dispuesta al cambio.
En fin, camarón que se duerme se lo lleva la corriente, organización que no cambia, organización que desaparece.
Hola!
ResponderEliminarPodrias enviarme el libro en digital?
gabbybook09@gmail.com, gracias!