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martes, 2 de junio de 2009

Trujillo. Anotaciones

Saludos

No todos mis amigos conocen esta faceta de mí, pero soy un asiduo estudioso de la llamada "Era de Trujillo". Además de motivarme el puro factor patriótico y la exaltación de héroes de aquel tenebroso período, también arrastro inquietudes e interrogantes de tipo psicológico, sociológicas, económicas, históricas, idealistas y filosóficas sobre ese humillante y voraz, pero real y latente lento lapso de tiempo, sus antecedentes y sus vastas consecuencias en nuestro país y su gente.

Así que iniciaremos lo que no terminará pronto : Análisis desde diferentes perspectivas y diferentes enfoques históricos. Puntos ocultos o poco conocidos. Vívidas, asqueantes y morbosas descripciones de sucesos vividos extraídos casi imposiblemente del hasta aún hoy terrorífico miedo a narrar nada cuanto nombre a Trujillo.

No puedo terminar esta entrega sin exponer algunos puntos de vista muy personales.

1. Los descendientes de Trujillo; aquellos que nunca dañaron deliberadamente a ningún dominicano, no deben arrastrar como un pellejo colgante, doloroso a lo sumo, el desprecio simple de nuestro país.

2. Los descendientes de Trujillo; aquellos que nunca dañaron deliberadamente a ningún dominicano, no deben tampoco, bajo ningún alegato, pisar las llagas frescas y estas a la verdad muy dolorosas, de los que sufrieron en carne propia los terrores de ese régimen. Ni su memoria, ni sus epopeyas, ni su impotencia, ni sus lágrimas, ni sus descendientes, ni su hoy sagrada mierda derramada en sillas eléctricas frente a la foto del entonces "Benefactor de la Patria".

3. Jesús nos habló del perdón. Los más antiguos cánones también. Esto supone insalvablemente una voracidad eterna del hombrepor la venganza. Sin embargo no es solo filosóficamente el demostrar que el que se ha vengado solo después de hacerlo se da cuenta de que entonces sufre más; que entonces llora amargamente el dolor de su desgracia, otra mas suya, en la ajena y al final, llora la amargura de verse igualado a lo que más despreció.

Lo que invita a un cambio de perspectiva. Lo que engloba al planeta en una eterna búsqueda de alternativas ante la venganza. Leyes. Justicia : Venganza, disfrazada de ética y moral. Más tarde, el amor, el perdón : Venganza al más puro y limpio estilo.

Pero el amor y el perdón hacia el que ofende nacen inviolablemente de la capacidad de este mismo de reconocer su fallo, aceptando de plano la retaliación en su contra como modestísimo pago al ofendido. No es lo mismo un condenado que acepta sus errores, pide perdón a la sociedad y consiente someterse a la pena, cuya actitud demuestra a sus jueces que de volver a tener la oportunidad no fallaría jamás que otro reo, cuya actitud demuestre soberbia, en cuya conciencia no esté ni míniamente asomada la posibilidad de arrepentimiento y que a su regreso a la vida pública esté dado por hecho que volverá a su pasado.

No es lo mismo.


Y fueron sus padres los que fallaron. No es tan dificultoso aceptarlo. Menos en un clima que ha cambiado tanto desde su dominio. Menos en un clima que para celebrar el 30 de Mayo amanece la noticia de la premiación de una exposición idealista en forma de novela de una nieta de Trujillo.

Porqué esa premiación me recuerda la que Trujillo le hiciera a unos panfletos?

...o a una tesis de Galíndez?







Estamos en la era de la Batalla de las Ideas. Podemos divulgar ampliamente nuestros conceptos simplemente por el hecho de éstos ser interesantes.

La familia Trujillo debe, en mi más humilde y personal opinión, en vez de tratar de maquillar lo inalterable, pedir sincero perdón en nombre de sus antepasados, por el profundo daño ocasionado por aquellos a la más importante parte del Estado Dominicano : Cualquier ciudadano.

Quizás, entonces, pasaríamos del rencor al amor, del odio a la lástima, del furor al sosiego, de la silla eléctrica a los foros, de cortar lenguas a escuchar, de dioses a dominicanos nuevamente, en fin; pasaríamos a ser con ellos lo que nunca, ni por error, fueron ellos con nosotros!

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