Voy caminando y hay quienes lloran.
En breves minutos será sepultada la madre de mi amigo y primo Felleo.
Casi no va nadie a nuestro lado. Se supone un pecado acompañarlo.
Así fue cuando le visité en la cárcel. No faltaron críticas y perdí "amigos".
Sin embargo el Maestro fue claro: Llorad con los que lloran.
Y Fabio Fiallo;
Junto a una cruz, al expirar el día...
Una pobre mujer, de angustias llena, sus lágrimas vertía...
Dolió a mi corazón su amarga pena y ante la tumba de la madre ajena, lloré la muerte de la madre mía!
Palante Felleo!
-Joel
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